Me acuerdo de un día trabajando en la empresa en la que estaba antes, que vino un día un compañero con una caja bastante extraña y yo le pregunté: «¿Y eso que es?»
Me dijo: «Esto es una caja que he hecho con mi impresora 3D para para poder meter un circuito que quiero tener aislado.»
Yo le pregunté: «Oye, y eso de la impresora 3D ¿cómo va?»
Cuando me lo contó yo me quedé maravillado. Dije: «Esto es para mí.»
Al mes o al mes y medio ya me había comprado una impresora y estaba iniciándome en el mundo del diseño 3D.

Lo que me encontré en ese momento fue que yo quería diseñar, quería aprender sobre diseño 3D. Quería aprender más sobre la impresora, quería probar todo tipo de colores, quería hacer muchas cosas.
Pero en ese momento consideraba que mi deber era rendir en el trabajo, demostrar que estaba a la altura del puesto que me habían asignado. Que era capaz de sacar adelante todos los proyectos de los que me consideraba responsable. Y eso me llevaba a tener un nivel de estrés bastante alto.
Al llegar a casa estaba tan cansado que muchas tardes no me podía dedicar a lo que yo quería.
Claro, yo al mismo tiempo me decía: Bueno, es verdad que no me estoy dedicando a estudiar sobre diseño 3D y no puedo imprimir todo lo que querría probar ni puedo diseñar todas las ideas sobre piezas que tengo, pero bueno, ya llegará el día en el que pueda hacer eso porque ya haya consolidado mi trabajo y ya haya logrado tener una cantidad de dinero suficiente como para estar tranquilo.
Un día me puse muy enfermo. Estaba en la cama, sin poder hacer nada, no me podía prácticamente ni mover y dormía casi 20 horas al día.
Me encontré en una situación en la que no podía hacer ni lo que consideraba que era mi deber, ni dedicarme a diseñar y a usar la impresora 3D.
Aquí fue cuando me di cuenta de que si no hacía las cosas que quería hacer ahora, después me podría encontrar en una situación que igual no me permitían hacerlas.
En ese momento fue cuando tuve una iluminación y me dije: ¿Qué estoy haciendo? ¿Por qué estoy haciendo cosas que realmente no son las que de verdad quiero hacer? Y sobre todo ¿Por qué pienso que en el futuro mi situación va a cambiar y voy a poder hacerlas?

En este momento fue cuando decidí dar ese paso de abandonar la empresa y empezar un emprendimiento con mi familia. Mi objetivo principal dejó de ser rendir en el trabajo y demostrar que yo era capaz.
Me aseguré de reservarme un tiempo todos los días para dedicarlo a aprender sobre diseño 3D, a hacer pruebas y a desarrollar nuevas ideas.
Un par de meses después, leyendo me di cuenta de que eso es algo que nos pasa a muchos.
Lo que te hace es dejar todo aquello que sabes que te va a hacer feliz en ese momento un poco de lado y decir: Bueno, ya lo haré cuando tenga tiempo libre este fin de semana o ya lo haré en verano.
O decir: Ahora mismo no puedo viajar a Estados Unidos porque tengo mucho trabajo, y no puedo dejar tirados a mis compañeros con el marrón. Ya lo haré cuando esté más libre.
Estas son frases que probablemente oigas todos los días. Y que en realidad el único objetivo que tienen es justificar que no estás haciendo realmente lo que quieres hacer. Porque lo cierto, es que nada te asegura que cuando llegue ese momento en el que dices: Me he jubilado o Por fin estoy de vacaciones, no estés enfermo o te llueva todas las semanas. En ese momento te encontrarás con que has estado planificando a varios meses vista, o incluso varios años, una cosa que te va a hacer ilusión y con que no puedes hacerlo.
Así que lo que yo te propongo es que, a partir de ahora. Y cuando digo «ahora» es YA, cuando estás leyendo este artículo, empieces a apuntar cada vez que no te permites hacer algo que te va a hacer más feliz.
Quiero que apuntes qué no te has permitido y qué razones te has dado para no hacerlo. Y por último quiero que te plantees si esas razones son suficientes para dejar de lado esa cosa que te hace feliz.
Te voy a dejar aquí debajo un PDF para que puedas ir haciendo esta lista, aunque yo te recomiendo que te hagas tú la lista para que la interiorices y, poco a poco, te vayas haciendo más consciente de todo lo que no te permites en el día a día y que empieces a hacerlo.
Ahora es tu turno, cuéntanos en nuestras redes una cosa que te has permitido, que antes no habrías hecho.